Mientras su avión aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, de treinta y siete años, escucha casualmente una vieja canción de los Beatles: de pronto la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Recuerda entonces, con melancolía y desasosiego a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y único amigo de la adolescencia, Kizuki y cómo el suicidio de este les distanció durante un año, hasta que se reencontraron en la universidad. Iniciaron allí una relación intima, truncada sin embargo, por la frágil salud mental de Naoko, a quién hubo que internar en un centro de reposo. Al poco Watanabe se enamoró de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, acosado por los temores, Watanabe solo experimentaba el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo debía cobrar sentido; el sexo, el amor y la muerte. La insostenible situación le llevó entonces a intentar alcanzar el delicado equilibrio entre sus esperanzas y la necesidad de encontrar su lugar en el mundo.
4 comentarios:
http://www.elmundo.es/f5/2015/11/03/562fa6d8ca4741f52f8b4624.html
Dejo aquí un enlace a un artículo de "el Mundo" que tiene relación con el libro.
Gracias Teresa por compartir este artículo.
Miedo da cuando las sociedades apuestan por la educación como un fin productivo y no como uno expresivo.Les obligan a educarse según programas que no fomentan en lo más mínimo la inquietud por saber, por cultivarse, por explorar las infinitas posibilidades que el saber confiere, solo quieren máquinas, obreros, mulas de carga para levantar sus sociedades. Y esos 11 de cada 100 que se suicidan pasan a ser mera estadística de los débiles, de aquellos incapaces de seguir los ritmos marcados. En el libro hay tres suicidios y una desaparición (tropa de asalto) que no sabemos si suma uno más. Si bien es cierto, la novela transcurre en Japón, no vemos a los protagonistas más entusiasmados con sus estudios que a los jóvenes coreanos.
Tal vez la clave la tengan los finlandeses que han apostado por educar para ser personas y no piezas de un engranaje.
Siento haber mandado el enlace a whatsapp, sé que el grupo es sólo para avisos. No volveré a hacerlo, es sólo la facilidad que hay de usar esa erramienta hace que no lo pensara.
No lo sientas Teresa, al contrario. Gracias a ti por compartir un excelente enlace. Si bien es cierto que el blog permite comentar con más comodidad que el whatsapp, este ultimo nos permite enterarnos de manera rápida sobre cualquier noticia y novedad. Así es que por favor sigue compartiendo cosas interesantes y no olvides comentar en el blog!!
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